¿Sabes que es posible evitar enfermedades y sanar reprogramando la información celular de tu organismo?
La relación entre mente y cuerpo es un tema que se ha puesto en boga.
No quiero caer en esnobismos, sino acercarte información con respaldo científico que te ayude a comprenderla.
Darte a conocer que factores como el amor, el optimismo, la esperanza, así como el soporte social y la autoestima, han sido estudiados y se ha reconocido su influencia en la vida celular tanto para la sanación como para la enfermedad en sus sentidos opuestos (desánimo, temores, soledad, desvalorización).
Soy Carolina Cáceres, Coach sistémica especializada en bio-neurociencias y salud emocional.
- Descubre cómo el cuerpo manifiesta lo que el ser humano calla, intenta controlar, cree de manera consciente o inconsciente sobre sí mismo y trae en su carga genética.
- Entiende cómo el hecho de liberar conflictos, bajar los niveles de estrés, ansiedad y reemplazar creencias limitantes evita enfermarse e incluso, sana.
Te adelanto:
No se trata solo de trabajar en lo que te gusta, hacer deporte y mantener una dieta equilibrada.
Eso ayuda, sin dudas.
Pero en esta armonía entre cuerpo y mente hay cuestiones mucho más profundas en juego.
¿De qué se trata la interacción entre cuerpo y mente?
Es la relación de equilibrio que debe existir entre los sistemas vitales que nos permiten reforzar la defensa natural y la recuperación del organismo frente a las enfermedades.
La psico-neuro-inmuno-endocrinología (PNIE) estudia la interrelación que existe entre los sistemas nervioso, endócrino e inmunológico, en respuesta a los diferentes estímulos y en relación a las circunstancias genéticas, psicológicas, sociales, espirituales y ambientales de cada persona.
Esta interacción biológica es dinámica:
- El sistema nervioso percibe y da respuesta a estímulos externos e internos.
- El sistema inmune detecta y elimina agentes peligrosos.
- El sistema endocrino proporciona respuestas para luchar contra las amenazas advertidas.
Se ha observado que el cuerpo sufre modificaciones inmunológicas, físicas y psicológicas dañinas a partir de nuestros pensamientos y emociones negativas.
Hay sustancias orgánicas que son capaces de alterar las funciones psíquicas y neurológicas, como así también, existen células que son influenciadas por el sistema nervioso e inmunitario con la capacidad de alterar la actividad neuronal e interviniendo en los procesos bio-psicológicos.
Se ha demostrado en la práctica médica esta influencia intersistémica y su trascendencia en la esfera psicológica y conductual de las personas. Se valida al ser humano como una unidad bio-psico-social donde el equilibrio y la armonía del concepto cuerpo-mente son la clave para gozar de una buena salud.
- El estrés afecta al sistema inmune dando una contundente muestra de cómo el estado psicológico se relaciona con la salud física integral:a mayor nivel de estrés y aumento de ansiedad, mayor es la posibilidad de enfermarse.
Se relaciona también al estrés con la aparición de enfermedades coronarias, trastornos de la piel, colon irritable y enfermedades autoinmunes, entre otras.
- En sentido inverso de esta interrelación, se encuentran casos donde los factores físicos afectan a la salud mental: una dieta desbalanceada, puede generar depresión por alteraciones del metabolismo.
Se trata de dos ejemplos de comportamientos comunes en los que el desequilibrio de mente o cuerpo interfiere en el bienestar general.
Pero no son los únicos casos:
El cuerpo habla: el miedo es nuestro peor enemigo.
¿Cuántas veces hemos escuchado decir que es fundamental el buen estado anímico y el soporte familiar para los enfermos de cáncer?
No es casual este reiterado consejo médico para quienes sufren enfermedades complejas.
No deberíamos dejar de hacer esta recomendación para la vida en general, comprendiendo que todos tenemos por naturaleza conflictos que resolver, aún así, no se hayan convertido en enfermedades terminales.
Y es que la evidencia científica asevera que hay una correlación entre nuestras emociones y nuestro organismo.
El cuerpo funciona como una máquina perfecta en la que cada pieza cumple una función específica para la vida.
Las células envían información, se intercomunican y generan respuestas endocrinas e inmunitarias. Se liberan hormonas y sustancias que replican los miedos y las amenazas que el cuerpo y la mente perciben, sean reales o generadas como consecuencia de nuestros propios temores.
Y comienza así un círculo vicioso que retroalimenta a la enfermedad a través del miedo, el estrés y la ansiedad, bajando las defensas, empeorando la evolución de una enfermedad.
Lo explica a la perfección el biólogo Bruce Lipton, autor del libro “La biología de la creencia” donde comenta la diferencia biológica entre vivir en amor y vivir en temor.
El Dr. Lipton señala que el mecanismo de protección del cuerpo es indispensable para la supervivencia pero que a su vez, la respuesta de defensa del organismo detiene la regeneración celular que se produce a diario y por tal, se detiene el equilibrio.
Toda amenaza percibida desde la mente, tiene injerencia directa en el cuerpo. El estrés, apaga nuestro sistema inmunitario.
Por lo que se concluye, que un alto nivel de protección ante una amenaza sumado a un estado de estrés por tiempo prolongado, detiene las defensas del cuerpo, conduce a la enfermedad y a veces incluso, hasta la muerte.
La genética también aporta en la construcción de la armonía cuerpo-mente.
Mencioné en un principio que la PNIE contempla además la interacción de factores genéticos.
Y te estarás preguntando, ¿cómo es posible?
Nuestro ADN es único, sí.
Pero hemos sido creados por la unión de otros 2 ADN y sucesivamente así hacia nuestros ancestros.
Cada uno de nosotros llega al mundo con una carga genética de base que tiene información de nuestros padres y abuelos.
Esa información no se limita únicamente al color de ojos, cabello o contextura física. Trae también datos sobre sus vivencias, acerca de la reacción de su cuerpo frente diferentes estímulos y todas estas referencias, nos afectan o condicionan de alguna manera en la vida.
Es información que se pasará de generación en generación.
Si bien desde la infancia grabamos en nuestras células la propia experiencia física y psicológica, hay algunas reacciones que no podemos explicar a simple vista.
Esto ocurre porque traemos pre-seteados conceptos de nuestros antecesores.
A veces sentimos miedo y esos miedos resultan injustificados, no racionales o simplemente no responden a algo que podamos interpretar. Por eso siempre digo que “tus decisiones te acompañarán por varias generaciones”.
Aún así, podemos cambiar nuestra vivencia física y psicológica si intervenimos en la información genética que traemos y en las creencias limitantes que construimos.
Cambiar la forma en que nos percibimos, nos pensamos y vivimos, cambia nuestra biología y nos dirige a una vida plena, sana y feliz.
¿Cómo alcanzar la armonía entre mente y cuerpo para romper conductas insalubres?
Hay diferentes abordajes integrales que pueden ayudarte a disfrutar de una vida plena y sana.
Te preguntarás si es necesario ir al clínico, al neurólogo, al inmunólogo, al endocrinólogo o al psicólogo… o ¡a todos!
No, no. No es necesario.
Existen terapias alternativas, que se aplican de acuerdo a la necesidad de cada persona,con las que puedes sanar tu vida emocional.
Como especialista en salud emocional, te acompaño a indagar sobre síntomas físicos y sus vínculos con las emociones que los desencadenan, sean éstos conscientes o reprimidos.
Analizo aquellos factores históricos y genéticos que pueden verse involucrados en los conflictos que necesitas resolver.
Te ayudo mediante diferentes técnicas a:
- Enfocar, identificar y reemplazar creencias, pensamientos, traumas o conductas adquiridas que te resultan limitantes.
- Modificar la información adquirida y las interpretaciones realizaste durante la infancia – junto a las que viene pre-seteadas genéticamente-, en herramientas que potencian tu bienestar y te dan libertad.
- Resolver bloqueos, romper con la desmotivación, el autoboicot y las inseguridades.
- Solucionar problemas de comunicación y romper patrones que se repiten en las relaciones laborales o de pareja.
- Elaborar herramientas para sobrellevar y sobreponerse a situaciones difíciles.
Recordemos que la salud emocional es uno de los pilares para tener una buena calidad de vida. Es importante ser consecuentes en nuestra forma de pensar, sentir y actuar para no enfermar.
No solo trato el aspecto psicológico sino también la interacción e integración de factores físicos, pues también trabajo desde la enfermedad.
- Estudio dolencias crónicas, somatización y sintomatologías recurrentes en busca de sus causas, para dar corte a esas acciones o conductas repetitivas que son dañinas para el bienestar integral del individuo.
- Ayudo a liberar y resolver estrés, ansiedad y miedos para equilibrar el organismo.
Recapitulando…
- Te conté acerca de la importancia de lograr un equilibrio entre cuerpo y mente para mantener nuestro estado de salud y prevenir factores que predisponen hacia la enfermedad.
- Te expliqué cómo la Psiconeuroinmunoendocrinología abre en la medicina, una visión sistémica e integral del ser y se enfoca hacia una mirada más humanista; cómo su campo de estudio integra las respuestas cerebrales a la actividad inmunológica, endocrina y psicológica.
- Resalté que el garantizar la estabilidad emocional y utilizar ciertos recursos para afrontar problemas físicos y conflictos psicológicos, facilitan el funcionamiento armónico de nuestro organismo.
- Destaqué que existen terapias alternativas para encontrar el eje, alinearse psicofísicamente y lograr la sanación.
Es importante animarnos a nuestra propia auto aceptación para dar lugar a la indagación.
Conocer y aceptar cómo nos percibimos y descartar nuestras limitaciones, nos abre hacia la libertad de ser genuinos, de conseguir un desarrollo sano y de crecer de forma integral.